Nintendo ha convertido los juego de Mario en el Rey de los Party Games de los juegos de Joy Con. Muy pocos títulos pueden decir esto y en el caso de Mario Party, vuelve a convertirse tras un sinfín de títulos en uno de los más descargados. Pero el auténtico mérito del fontanero más famoso del mundo es conseguir entretener a jugadores de todas las generaciones y unirlas en una misma consola, la Nintendo Switch, de la que consigue sacar el máximo potencial.

La fórmula que utiliza Mario es la misma que en todos los anteriores, el más que conocido modo principal en la que hasta cuatro participantes hacen frente a numerosos desafíos en forma de minijuegos en los que se fomenta la competitividad, la diversión e incluso fastidiar al resto de jugadores para conseguir ganar.

El primer Mario apareció en 1998 y desde entonces siempre ha estado presente en nuestras vidas. Esta versión ya dejaba claro cual iba a ser el camino a seguir por la saga, convirtiéndose rápidamente en el buque insignia de Nintendo. En 2012 fue adquirido por Konami la desarrolladora del juego, lo que significó una revitalización de este fontanero y nunca perdiendo fuelle.

La historia que nos cuenta también es conocida, los malos malísimos de Browser, Brows y compañía han hecho de las suyas y tendrán que ser Mario y compañía quienes salven el mundo otra vez. Pero en esta ocasión estos villanos también son personajes jugables y seguirán haciendo maldades con un dado trucados. Tendremos dos alternativas, una en la que utilizaremos unos normales con seis caras y otra en la que habrá unos personalizados cuyo resultados dependerá del personaje con el que estés jugando, haciendo que tengas más control sobre las tiradas, el uso de uno u otro se decidirá al inicio de la partida y dependerá de a qué velocidad quieres moverte por el tablero. A lo largo del juego también tendrás que tener en cuenta los power ups que se van sumando durante la partida, que harán que las partidas tengan aún más emoción, sobre todo al final de cada una, ya que cualquiera de estos puede hacer que cambie totalmente el final en unos tableros infinitos que irán evolucionando según vayamos avanzando por él.

Su modo clásico sigue siendo uno de los mejores, permitiendo poder explorar el tablero al antojo del jugador, sin tener que hacerlo de forma grupal por lo que las rivalidades son más notables. Es muy importante tener claro el camino que vamos a elegir, esto determinará el rumbo en la partida y puede influir en tu resultado final.

También recupera los turnos individuales en el modo principal, olvidando los turnos compartidos, algo que los jugadores estaban pidiendo desde hace mucho tiempo. Eso sí, se mantiene la idea de compartir estos lanzamientos en su modo Mario Party a dobles, donde se formarán equipos con el objetivo fundamental de trollear al resto, así las tiradas se suman y se pueden repartir las tareas, uno recoge las monedas y otro entorpecer a los rivales y hace que no avancen, jugar solo es divertido, pero jugar a Mario entre amigos es mucho más, convirtiendo cada una de sus pantallas en una locura de entretenimiento.

Entre los tableros que encontraremos están por ejemplo El paraíso megafrutal, donde tendremos cuatro islas conectadas entre sí por tuberías, y La Mina del Rey Bomb-Omb, con diferentes caminos que se seleccionan de modo aleatorio con diferentes ventajas entre ellos. Poco a poco irás descubriendo nuevos tableros que harán que descubras nuevos mundos.

Mario Party consigue sacar el máximo potencial al juego y a la consola, consiguiendo mejorar en cada una de sus nuevas versiones. En la versión de juego doble es muy importante estar bien compenetrados, ya que la forma de utilizar los controles es muy diferente y hará que sea muy importante la coordinación entre los miembros del equipo.

Este juego nos devuelve a la época dorada de esta saga, en el que su objetivo seguirá siendo recoger el mayor número de estrellas en una especie de tablero de la oca, con un ritmo trepidante en más de 80 minijuegos y lo más divertido, descubrir cómo tendrás que recogerlas en cada una de ellos.